El actor cubano, radicado recientemente en Miami, presenta Mulkay invita, pero ustedes pagan, una comedia escrita y actuada por él
Por Luis Leonel León / Sígueme en @luisleonelleon
Mijail Mulkay es sin duda uno de los actores cubanos más versátiles y aplaudidos de los últimos tiempos. En su país protagonizó teatro, televisión y taquilleras películas: Hacerse el sueco, Entre ciclones, Lista de espera. En 2003 optó emigrar a Colombia a actuar en populares series y novelas. El pasado año se radicó en la Ciudad del Sol. Teatro 8 se mantuvo repleto con Azul, versión propia del texto Perla Marina, de Abilio Estévez, obra que hace dos décadas le abrió muchas puertas a su carrera actoral. Impulsado por este reciente éxito, en ese mismo escenario presenta Mulkay invita, pero ustedes pagan, una comedia que ha escrito para jugar con el humor cubano.
Un colombiano estridente e ingenuo, un chef divertido y ocurrente, y el no menos carismático negrito del bufo cubano, entre canciones de Bola de Nieve y algunos poemas, reviven en la piel de Mulkay cada noche.
“Hacer reír es algo muy serio. Y lograr hacerlo sin agredir a nadie, sin groserías y con buen gusto, es algo poco común por estos días, donde la risa y la comedia suelen confundirse con la sobreactuación, las excentricidades y la fácil burla hacia los espectadores”, dijo Mulkay a DIARIO LAS AMÉRICAS.
Chaplin, Cantiflas y Les Luthiers son paradigmas que confiesa seguir y respetar a la hora de intentar hacer reír al público desde cualquier escenario.
“Ellos son inalcanzables, pero son buen patrón para cualquiera que quiera hacer reír. Humor que no agrede a nadie. Se burlaban y se burlan de ellos mismos. Por eso son inmortales y eternamente cómicos. Salvando las distancias, es lo que intento hacer, sin compararme con ellos ni mucho menos. Me cuesta como actor separarme de estos parámetros. Soy un tipo sano y como tal actúo. No me gusta la agresividad en el humor. Creo que la gente tiene la libertad de reírse de lo que quiera, pero con respeto y dignidad”.
La invención de personajes le fascina a este actor: “Humildemente los creo desde el actor que soy. No soy comediante, siempre me he dicho que soy solo un actor con facilidad para la comedia. Trato que los personajes estén envueltos en una situación graciosa, y que eso sea lo que produzca risa, no tanto los chistes, más que nada las situaciones”.
Esta obra es un homenaje a un tipo de actor que marcó un hito en la escena cómica de la isla: desde los primigenios simpáticos personajes del bufo hasta los que de ahí bebieron y luego los desarrollaron. Por ello es también un homenaje a su padre, el popular actor Iván Mulkay, fallecido en 2012.
“Es más que un buen padre y un buen amigo. Por más que busco en mi memoria un mal momento, algo que reprocharle, solo hay anécdotas extraordinarias, conversaciones locas, tardes de risa, legados de cariño, consejos bañados en alcohol y lecciones de vida maravillosas. Es un humilde homenaje desde el cariño, no al actor, no al padre, sino al increíble ser humano. Gracias viejo, por no dejarme solo nunca, por el amor y la lealtad. No has dejado de estar conmigo, pero cambiaría todo mi reino a veces por un abrazo tuyo”.
En Azul, Isaac Rodríguez tocó el piano en vivo. Aquí repite ese recurso.
“Regreso al aval emotivo de la buena música cubana. Temas de todas las épocas interpretados magistralmente por mi amigo y maestro Isaac. Percibo esta comedia como un todo, música y humor de la mano. Sin uno de los dos ingredientes no sería lo que es. Desde que nació así estuvo diseñado. Es un humor teatralizado, porque esa es mi arma más fuerte: el teatro, el actor en escena. Así me siento más cómodo y protegido para hacer reír. Y no es una sentencia, es solo una invitación”.
Lugar: Teatro 8
Dirección: 2101 SW 8th St, Miami.
Teléfono: 305 541 4841
Funciones: Viernes y sábados 8:30 p.m, domingos 6 p.m.
Boletos: $25
Sígueme en @luisleonelleon
Mijail Mulkay es sin duda uno de los actores cubanos más versátiles y aplaudidos de los últimos tiempos. En su país protagonizó teatro, televisión y taquilleras películas: Hacerse el sueco, Entre ciclones, Lista de espera. En 2003 optó emigrar a Colombia a actuar en populares series y novelas. El pasado año se radicó en la Ciudad del Sol. Teatro 8 se mantuvo repleto con Azul, versión propia del texto Perla Marina, de Abilio Estévez, obra que hace dos décadas le abrió muchas puertas a su carrera actoral. Impulsado por este reciente éxito, en ese mismo escenario presenta Mulkay invita, pero ustedes pagan, una comedia que ha escrito para jugar con el humor cubano.
Un colombiano estridente e ingenuo, un chef divertido y ocurrente, y el no menos carismático negrito del bufo cubano, entre canciones de Bola de Nieve y algunos poemas, reviven en la piel de Mulkay cada noche.
“Hacer reír es algo muy serio. Y lograr hacerlo sin agredir a nadie, sin groserías y con buen gusto, es algo poco común por estos días, donde la risa y la comedia suelen confundirse con la sobreactuación, las excentricidades y la fácil burla hacia los espectadores”, dijo Mulkay a DIARIO LAS AMÉRICAS.
Chaplin, Cantiflas y Les Luthiers son paradigmas que confiesa seguir y respetar a la hora de intentar hacer reír al público desde cualquier escenario.
“Ellos son inalcanzables, pero son buen patrón para cualquiera que quiera hacer reír. Humor que no agrede a nadie. Se burlaban y se burlan de ellos mismos. Por eso son inmortales y eternamente cómicos. Salvando las distancias, es lo que intento hacer, sin compararme con ellos ni mucho menos. Me cuesta como actor separarme de estos parámetros. Soy un tipo sano y como tal actúo. No me gusta la agresividad en el humor. Creo que la gente tiene la libertad de reírse de lo que quiera, pero con respeto y dignidad”.
La invención de personajes le fascina a este actor: “Humildemente los creo desde el actor que soy. No soy comediante, siempre me he dicho que soy solo un actor con facilidad para la comedia. Trato que los personajes estén envueltos en una situación graciosa, y que eso sea lo que produzca risa, no tanto los chistes, más que nada las situaciones”.
Esta obra es un homenaje a un tipo de actor que marcó un hito en la escena cómica de la isla: desde los primigenios simpáticos personajes del bufo hasta los que de ahí bebieron y luego los desarrollaron. Por ello es también un homenaje a su padre, el popular actor Iván Mulkay, fallecido en 2012.
“Es más que un buen padre y un buen amigo. Por más que busco en mi memoria un mal momento, algo que reprocharle, solo hay anécdotas extraordinarias, conversaciones locas, tardes de risa, legados de cariño, consejos bañados en alcohol y lecciones de vida maravillosas. Es un humilde homenaje desde el cariño, no al actor, no al padre, sino al increíble ser humano. Gracias viejo, por no dejarme solo nunca, por el amor y la lealtad. No has dejado de estar conmigo, pero cambiaría todo mi reino a veces por un abrazo tuyo”.
En Azul, Isaac Rodríguez tocó el piano en vivo. Aquí repite ese recurso.
“Regreso al aval emotivo de la buena música cubana. Temas de todas las épocas interpretados magistralmente por mi amigo y maestro Isaac. Percibo esta comedia como un todo, música y humor de la mano. Sin uno de los dos ingredientes no sería lo que es. Desde que nació así estuvo diseñado. Es un humor teatralizado, porque esa es mi arma más fuerte: el teatro, el actor en escena. Así me siento más cómodo y protegido para hacer reír. Y no es una sentencia, es solo una invitación”.
Lugar: Teatro 8
Dirección: 2101 SW 8th St, Miami.
Teléfono: 305 541 4841
Funciones: Viernes y sábados 8:30 p.m, domingos 6 p.m.
Boletos: $25
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Hacer reír es algo muy serio. Y lograr hacerlo sin agredir a nadie, sin groserías y con buen gusto, es algo poco común por estos días, donde la risa y la comedia suelen confundirse con la sobreactuación, las excentricidades y la fácil burla hacia los espectadores
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